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Con este motivo, hemos querido aprovechar la ocasión para dialogar con ella en torno a su creación artística y a otros aspectos que tienen que ver con el arte, con su elección como forma de expresión en la vida, y con las dificultades y alegrías que produce para una mujer tomar dicho sendero.

En la década de
los 90 cursé los estudios de Bachillerato en artes en la Escuela de León y más
tarde Escultura en piedra en la Escuela de Arte de Oviedo donde participé en
varias exposiciones colectivas. Con posterioridad, he completado mi formación
académica con estudios en la rama de diseño gráfico, interiorismo y producción
artística y teoría feminista del arte, así como talleres presenciales con
artistas como Marina Núñez, o Itziar Okariz. Desde hace más de una década y
como consecuencia de mis inquietudes y desarrollo feminista mis propuestas de
creación artística se ubican en la frontera entre el arte y el activismo.

En las primeras obras como artista plástica me inclinaba
hacia la investigación dentro de los parámetros más formales de las disciplinas
pictórica y escultórica. Siempre me extrañaba la dificultad para encontrar referentes
de creadoras en cualquier materia. Entonces
comencé a investigar y a descubrir un universo maravilloso de artistas que me
enseñaron otros temas de interés con los que me sentía completamente
identificada.
Hice mía aquella máxima de “lo personal es político”, iniciando
una evolución de mi pensamiento hacia otras temáticas que giran en torno al
trabajo, las luchas colectivas, el cuerpo, la sexualidad, la construcción de los “géneros”
y “la mirada”, la publicidad y los
medios de comunicación, la violencia o el
lenguaje. En la actualidad, continúo
indagando en esta línea de trabajo a través de diversas formas de
representación.

No renuncio a mi formación inicial porque disfruto mucho
con la plasticidad y la textura de todos los materiales escultóricos. Pero también
me apasiona la fotografía, la
videocreación y la performance, porque a través de ellas puedo expresar
emociones y pensamientos que me resultaría imposible hacerlo de otra manera.

Muy cerca de mi casa existe un jardín con tilos donde hay
escrita una breve leyenda. Un día de verano, allí estaba, con los ojos
cerrados. Al abrirlos el viento movía las hojas de los tilos. Con el resplandor
del sol, todo lo veía en blanco y negro. Esta imagen quedó grabada en mi
memoria y a partir de aquí surgió la Voz de Tilia. Una voz interior que recoge
el movimiento profundo del espíritu y los latidos de la sociedad.
En ocasiones también aparece la desesperanza y el bosque deja de ser el espacio de los
misterios, del delicado silencio del mundo, de los pálpitos de la tierra…y
saltan a la conciencia los mapas de la maldad, sus territorios.

Cuando estaba en pleno proceso de creación de esta obra,
Marifé llegó a León para presentar su poemario. Al comenzar a leer los versos me
di cuenta de que en su obra se reflejaba esa parte profunda del espíritu, esos
ecos de voces de la historia y su desesperanza. Me pareció algo sublime, incluir
la poética de sus palabras dentro de este proyecto de videocreación para que no venzan la amargura y la desesperanza
con nuestro silencio. Se lo propuse y ella, amablemente, aceptó.
A través de esta propuesta he querido experimentar con la
fusión del formato de videocreación y la presencia de una creadora
contemporánea de la calidad de nuestra querida Marifé Santiago Bolaños a quien tendremos
el placer de escuchar el 15 de febrero, en una intervención poética.

Desde entonces, he desarrollado otros proyectos artísticos
y de activismo estético. Me gustaría destacar obras de factura escultórica, o
instalaciones artísticas como son: Podemos
decidir hacia dónde mirar, Voces en acción, Creando Igualdad, La horma del patriarcado
es alargada o La duda de vivir. También he participado en el diseño de
material coeducativo, dentro del proyecto El
laberinto de la Igualdad, impulsado por ADAVAS. Dentro de la performance he llevado a cabo
algunas acciones desde el colectivo Líneas de Fuga que iniciamos con Punto0Raya1.Palabras
en las manos, siguiendo con Hartas de
ser objetos sexuales o la participación en el Seminario en torno a
Genealogías feministas en el arte español, con la activación de la obra Contenedor de Feminismos en León junto a
otras asociaciones y recientemente la presentación del cortometraje Barriendo el acoso, en colaboración con
la asociación Simone de Beauvoir.
Una acción especial ha sido la participación dentro del
proyecto YO EXPONGO EN EL REINA,
proyectando la obra de cientos de mujeres artistas sobre la fachada del
museo Reina Sofía, para visibilizar la presencia de las artistas en el panorama
cultural contemporáneo.
La evolución fundamental entre aquella primera exposición
en Astorga y esta obra, es en relación al uso más libre que realizo en cuanto a
materiales, técnicas, espacio y temática. En todas las propuestas existe un
hilo conductor y algo en común que se mantiene a través de todas ellas:
visibilizar la obra creativa de las artistas y continuar desarrollando el
legado de quienes nos precedieron.

Mostrar cómo el arte es un lenguaje que nos permite el
encuentro, apostando una vez más por la vida, la lucha y la palabra. Astorga es
una ciudad bimilenaria, con una dilatada historia que entre todos/as podemos
seguir construyendo y de la cual podemos formar parte. Así dinamizamos nuestros
espacios desarrollando un pensamiento desde lo local hacia lo global.

Si, en marzo presentamos en el Musac una exposición-acción
utilizando nuestro cuerpo como herramienta artístico-reivindicativa, con
fotografías y una performance colectiva dentro del ciclo Del mapa al territorio. Colectivos y espacios culturales independientes
en Castilla y León. Y para el año que viene estoy preparando una exposición
sobre la violencia hacia las mujeres como arma de guerra, que se titulará Contra nuestra voluntad. En tiempo de
guerra, en tiempo de paz y a la que desde ahora mismo estáis todos/as
invitados/as.

No soy de muchas recomendaciones, pero bueno, allá van algunas:
que no renuncien jamás a su pasión creativa, que alimenten su curiosidad
constantemente, que disfruten lo máximo que la vida les permita, que sean
libres en la medida que puedan, que trabajen,
trabajen y trabajen sin desaliento. Y poco más…quizás que olviden mucho
de lo que han aprendido.

Muchas, porque como decía al principio, ha sido tanta la
invisibilidad de las creadoras a lo largo de la historia que cuando las
descubres, todas te aportan algo nuevo e irrenunciable. Pero por ceñirme a la
pregunta, enunciaré tan sólo tres nombres: Kiki
Smith por su tratamiento de los materiales escultóricos y su concepción del
arte como viaje a través del cosmos. Adrian
Piper, por ser más que una performance y Carmela García porque su obra siempre me emociona y me transmite
libertad y esperanza. Lo siento por sólo haber podido elegir tres nombres…

Pues no sabría decir porque no soy hombre…ser una mujer que
no se ajusta a estereotipos no es fácil pero vale la pena mantenerse un poco
fiel a una misma a pesar de las dudas personales y las propias contradicciones.
Aunque sí parece que las estadísticas demuestran que los hombres siguen siendo
más visibles y supongo seguirán teniendo mejor acceso a los recursos. En cualquier
caso sólo hay una manera de trabajar, desde la libertad y la confianza en la
capacidad creadora.

Mi gratitud. Espero que el camino sea largo y que sigamos
encontrándonos en sucesivas ocasiones.
Gracias Isabel, por haber
contestado a nuestras preguntas. Deseamos que tu exposición en Astorga sea una
vez más un éxito de participación y que no sea la última que podamos disfrutar.