“Artistas por un sueño” ya ha concluido con éxito sus dos primeros proyectos.
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Con Marta y Manuel, realizando el envío a Perú. |
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David se encarga de hacer las fotos. |
En la tarde de una brumosa y
húmeda tarde de un recién estrenado enero he sido testigo de cómo se hacía
realidad el segundo sueño apadrinado por un grupo de personas desinteresadas
que, bajo el lema de “Artistas por un sueño”, se han encontrado en dos años
consecutivos en la ciudad de Astorga para contribuir con su arte, ofrecido de
forma totalmente altruista a lo que consideraron una buena causa, a que
alguien, en algún lugar del mundo, hiciera realidad un sueño largamente acariciado.
Y así, a las cinco de la tarde
(hora muy inglesa) me reuní con Manuel Ferrero, creador de la idea, y con Marta
y David, inspiradores del sueño de este recién terminado 2013, para enviar a
los responsables del proyecto “Cerrito Azul”, en Lima, Perú, 1.600 euros
recogidos entre las entradas, la fila cero, la venta de camisetas y chapas y la
colaboración de quienes generosamente donaron el reintegro que la lotería de
Navidad les dejó. Al cambio para ellos supone la nada despreciable cifra de
cerca de 6.000 nuevos soles, lo que viene a ser el equivalente a cerca de 6.000 €, cantidad muy
importante para aquellas tierras.
Este ha sido el segundo sueño
conseguido con la idea de “Artistas por un sueño”, contribuir a la construcción
de una nueva escuela – hogar donde poder seguir trabajando con esos cerca de
cien niños y jóvenes con capacidades “diferentes”, como le gusta decir a Manu,
haciendo que se sientan autónomos y útiles. Una labor en gran medida altruista
que están sacando adelante Mariela y Jorge, con la ayuda de cuántas personas se
comprometen a echarles una mano.
Estoy segura que el proyecto que
ha juntado aquí a tantas personas para mantener su sonrisa, les ha traído
suerte pues desde que esta 2ª edición se puso en marcha pensando en ellos, han
conseguido la ayuda de personas que, allá en su país, les están ayudando en ese
proceso de construcción de su nuevo hogar. Porque la escuela de Cerrito Azul, más que tal
es un auténtico hogar para quienes allí acuden. Así nos lo han constatado Marta
y David, que durante un tiempo compartieron sus días, su espacio y su
experiencia con ellos.

Ahora, con la conciencia
tranquila por haber concluido el proceso completo de dos ediciones seguidas de “Artistas
por un sueño”, Manu respira hondo y dice que está muy cansado, y que tal vez
deje un año sabático para que, este
maravilloso proyecto que año tras año moviliza a artistas llegados de una
extensa geografía que supera los límites leoneses, respire. También lo dijo
para el 2013, hasta que aparecieron Marta y David con su experiencia en el
Cerrito Azul y volvió a ilusionarse y a ilusionarnos a todos.
Por eso tengo la seguridad de que un corazón tan
grande como el de Manuel no puede quedar en barbecho durante todo un año, y que,
seguramente, habrá algún nuevo proyecto que llegue hasta él, como éste, por
casualidad, como un leve aleteo de mariposa capaz de movilizar el mundo. Y será
entonces cuando, una vez más, se emocionará y se pondrá manos a la obra, y movilizará
a propios y extraños y, de nuevo, en algún rincón del mundo, un sueño y una
sonrisa florecerán gracias al arte solidario de cuantas personas se dejan
arrastrar por la pasión de Manuel Ferrero.
Y cuando llegue ese momento, en
Astorga, le abriremos de nuevo nuestras puertas y pondremos nuestro granito de
arena para que los “artistas” vuelvan a hacer realidad “un sueño”.
Mercedes G. Rojo
Concejala de Cultura y de Igualdad. Ayto. de
Astorga.
En una fría y húmeda tarde de enero en la que muchas bocas infantiles
habrán sonreído al otro lado del Atlántico.