
Y mientras tanto, a veces mientras ponemos nuestra mirada en cosas aparentemente más grandes, ahí al lado siguen cayendo una a una, de forma callada, víctimas silenciosas del miedo, las mujeres. Y cuando martes a martes nos encontramos frente a los tulipanes el mismo grupo de personas yo me pregunto dónde están todos esos (y en este caso hablo en masculino no como genérico sino porque principalmente son hombres quienes lo hacen) a los que se les llena la boca hablando de cambios sociales, de mejora en la calidad de vida, de lucha por nuestros derechos..., por la dignidad humana
Porque todos estos asesinatos que conforman un rosario de cuentas que crece día a día, semanan a semana, mes a mes, están en la base misma de esa dignidad humana que tanto pregonamos. Porque una mujer es algo más que otra persona más, una mujer es el germen de la vida, la continuidad de nuestra especie, el soporte de toda sociedad independientemente de lo desarrollada que ésta esté.
Porque, como bien decía Caddy Adzuba en el encuentro que el viernes tuvimos con ella en Astorga, la estabilidad de una sociedad se basa en la estabilidad de la familia (entendiendo esta en el amplio concepto de la palabra que va más allá del sentido religioso que se le quiere dar muchas veces), y esa familia no se concibe sin la mujer. Agredirla a ella, transciende mucho más allá de la propia violación y tortura de su cuerpo. Transciendo a todos/as y cada uno/a de los/las miembros de su familia, y a su través a toda la sociedad. HOY Y EN EL FUTURO.
Si de verdad rechazamos esta situación, manifestémoslo, no nos callemos. No hagamos oídos sordos a lo que ocurre a nuestro alrededor. Hablemos de ello, posicionémonos claramente en contra, de la manera que queramos, pero hagámoslo manifiesto. Prestemos más atención a los índicios que se producen a nuestro alrededor, y dejemos de reir las gracias a quienes son o pueden llegar a ser maltratadores, a quienes hablan de la mujer como una propiedad, a quienes les faltan al respeto por mínima que dicha falta sea...
Empecemos por el próximo martes.
D. 21. Isabel. Estrangulada en Lorenzana (León). 19 años.
D. 22. MaríaAsesinada en Alcolea (Córdoba). 51 años. (Deja dos hijas mayores de edad)
D. 23. Amagoia. Asesinada en Llodio (Álava). 26 años (Deja un bebé)
D. 25. Asesinada en Santander. 30 años. (Deja un hijo de 4 años)
ADEMÁS, el 22 de mayo, la Delegación del Gobierno de Sevilla reconoce como caso de violencia de género el asesinato de la niña fallecida en Campillos (Málaga) el pasado 1 de abril.
El día 28, a las 12'00 horas, concentración por los últimos asesinatos por violencia de género en el hall de la Biblioteca Municipal de Astorga.
¿DE VERDAD VAS A FALTAR?