Sólo ellas siguen la tradición...
... o a veces es lo que parece cuando una se deja discurrir por las calles de Tunez o de cualquier otro país del territorio árabe, porque son muchas más las mujeres que los hombres que se ven ataviadas a la antigua usanza. O tal vez habría que decir a la usanza propia. Ahora sólo nos quedaría saber si lo hacen por deseo propio o sigue siendo la sociedad quien así se lo impone.
Cuba está en mí.
Cuba es el ritmo, es la cadencia, es el calor del baile y las canciones que se mete en la sangre de quienes allí nacen acompañándoles siempre en la distancia
Desde Senegal.
Trenzan las manos los cabellos de otras tierras
y entre sus hebras
se tejen melancolías y recuerdos.
Alfombrera en Kairouan.
Manos de mujer tejen con paciencia sedas y lanas multicolores. Sobre ellas caminarán los pies desnudos, se sentarán unos y otras a la mesa, discurrirá la vida de hombres y mujeres sin detenerse a pensar el tiempo entrelazado entre sus hilos.
Oración.
Es el lenguaje de las manos, de los ojos, del cuerpo todo.
La música te traslada a las alturas
al espacio de las deidades que presiden la vida
o esperan en la muerte.
Un diálogo de brazos que se encogen y se estiran,
de ojos que se abren y se cierran,
de cascabeles que se mezclan con la música
La música te traslada a las alturas
al espacio de las deidades que presiden la vida
o esperan en la muerte.
Un diálogo de brazos que se encogen y se estiran,
de ojos que se abren y se cierran,
de cascabeles que se mezclan con la música