______________________________________________


Nuestra bienvenida al blog del Área de Igualdad de Oportunidades promovido por la Concejalía de Mujer, Sanidad y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Astorga.
En el mismo encontraréis espacios de participación, noticias sobre cursos, subvenciones, actividades,..., y otras propuestas que nos vayan llegando.

______________________________________________

MANUELA BODAS REFLEXIONA SOBRE "EL CANTO Y LA CENIZA", DEL PASADO DÍA 20 DE ABRIL EN ASTORGA.

Manuela Bodas recogiendo uno de sus premios.
Manuela Bodas Puente, es una escritora habitual en el panorama literario de nuestra ciudad. Participante en muchos de los concurso que desde la misma se prodigan, ha sido premiada tanto en el de poesía "Voces de Mujer", como en el de "Relatos de Parkinson", en los propiciados desde el Festival de Cine y, también,  en el de relatos de Navidad. Colaboradora habitual de "El Faro astorgano", y anteriormente  en el Diario de León, es una habitual en recitales poéticos y filandones organizados en nuestro municipio. 
El pasado día 20, nos acompañó como espectadora en el recital poético musical "El canto y la ceniza" Homenaje a Marina Svetaieva y a Anna Ajmátova, y fruto de esa experiencia surgió este texto que nos ha hecho llegar y que fue publicado el pasado viernes 27 de abril, en "El Faro astorgano". 
Muchas gracias, Manuela, por compartirlo.


EN EL VIENTRE DE LA MEMORIA

En el vientre de la memoria,
se abren sagradas estrías de vida.
Hay una tarde agarrada a la cintura de las pérdidas,
en las butacas de un recital de poesía y música.
En ese recital, comen de la mano,
de una Láquesis tejedora de palabras,
cuatro hermosas ramas del árbol sagrado de los versos.
Versos de labios, para Marifé Santiago Bolaños,
para Olvido García Valdés, para Monika Zgustova.
Y versos de manos para Bachelis Irina.
Versos, manos, labios. Versos, labios, manos,
atados al recuerdo de dos almas elevadas por Átropos,
a la musa protectora  del verbo.
Versos, y manos, y labios atados a un vivo recuerdo.
Para Marina Tsvetáieva versos del árbol enfermo del hielo.
Para Anna Ajmátova labios del planeta poema.
Para Marina y Anna, manos engañando espantos.
Versos, y manos, y labios, y canto,
y… ceniza envuelta en una suerte de milagro.
El milagro de llenar la tarde con la presencia de Marina Tsvetáieva.
El milagro de ocupar nuestros cuerpos, con la musa de Anna Ajmátova.
Un pulso a la vida, muerte, vida,
convocando al viento de las sílabas,
que van a dar al universo de las frases aún no dichas.
De las frases que nos hacen únicos pero iguales ante el otro.
Tantos y tantos cantos supurando ceniza,
que llenan un cáliz de espasmos solitarios.
Tantos y tantos cantos supurando vida,
que son de todos, de ti, de ellas, de todos.
Todos, tantos, cantos, Tsvetáievas, Ajmátovas,
Marifés, Olvidos, Monikas, Irinas.
Todas, todos, como islas divinas, surcando el Leteo de los días.

Monika y Olvido en un momento de la lectura.
¿Quién soy yo para escribir este texto que amontona y aglutina una esencia divina? Simplemente soy un ente mezclado entre los oyentes de un público entregado a la magia de las palabras, a la comida de la cultura, al sueño de ser una parte de esos versos tan míos y tan ajenos, tan de todos y tan de ellas, tan del ser que se creó en el gen más salvaje de la poesía, de la rutina, del ente puro de la vida
Las frases anteriores, son vibraciones de un encuentro, una cita con la ola de unos minutos llenos de existencia. Una ola de emociones que amputaron las rutinas de las normas, que cosieron los lamentos de las soledades no queridas del día a día. Son vibraciones producidas por las voces de cuatro hermosas mujeres tiñendo sueños, alzando un réquiem de pasión, convocando al poeta que todos llevamos dentro.
El pasado viernes, en el auditorio del conservatorio “Ángel Barja” de Astorga, se alzó un altar de letras hacia dos poetisas que ya se han escondido en el universo del lado oscuro, pero que gracias a otras cuatro mujeres llenas de gracia, estuvieron presentes en un acto de fe lleno de emoción y verbo.
Gracias a las poetisas Marifé Santiago Bolaños, Olvido García Valdés, Monika Zgustova y a la pianista Irina Bachelis, todos los asistentes al recital poético-musical “El canto y la ceniza”, pudimos sentir las sacudidas del alma de dos de las más prestigiosas literatas y poetisas rusas del siglo pasado.
Gracias también a la Concejalía de la Mujer, Sanidad y Servicios Sociales y Concejalía de Cultura, que injerta la cultura entre la cotidianeidad del día a día.
Irina y Marifé en otro momento del acto
Mercedes González Rojo, nos presentó con su naturalidad y talento, un sólido acto de culto a la poesía, donde se desgranaron, como semillas puras, los versos de las homenajeadas, hidratados por la emoción de cuatro creadoras que sólo han presentado sus emociones en Madrid, en Móscú  y en Grado (Asturias). Es un gran honor para Astorga, ser el cuarto lugar de cita de tan importantes artistas. Es un gran honor para cualquiera de los asistentes, hallar una estancia de versos tan emotiva.
¡Qué las musas nos sean propicias! ¡Qué el lado blando de las palabras, nos descubra las buenas razones para seguir superando rutinas! Ojalá en la estación de la vida, sigan las alas de las sílabas, batiendo sueños, recordando cantos ajenos, dándonos pistas para ser solidarios con el dolor, con el miedo, con el viento que ruge ardiente entre las montañas del tiempo.
Termino diciendo que en el auditorio, se saboreó una suerte de calma dirigida a las almas de las homenajeadas, que estuvieron entre nosotros, admirando sus propios poemas en labios y manos de cuatro amigas admiradoras de sus versos y sus sueños, de sus pasiones, de sus juegos de letras y verbos. Porque hubo momentos de magia, donde todos éramos uno y uno era el sentir de todos.
Manuela Bodas Puente
Veguellina de Órbigo.