Otro año se nos va. Con sus luces y sombras, con sus logros y sus aún otras muchas propuestas por hacer. En nuestro pequeño municipio de Astorga, ha sido considerable el número de actividades que se han ido haciendo a lo largo del mismo en el duro campo de la Igualdad, de la igualdad en muchos aspectos. Durante todo este tiempo, desde otros puntos de la provincia, e incluso fuera de ella, nos han llegado muestras de admiración y sobre todo de aliento por el camino iniciado, y sabemos que alguna de esas propuestas están sirviendo de modelo para ser realizadas en otros lugares. Nos llena de orgullo, porque es un trabajo que se ha conseguido gracias a la participación de mucha gente: mujeres, comunidad educativa en sus distintos niveles y apartados y, aunque de forma más remisa, algún que otro hombre que tiene claro que en el tema de la igualdad no solo nosotras hemos de tener voz y que, por tanto, esperamos consiga contagiar para futuras ocasiones a sus congéneres.
Mucha de esa actividad desarrollada puede verse a través de este blog que, con mucha ilusión, comenzamos al inicio de este año que ahora termina. A algunos aspectos se les ha dedicado más atención que a otros, e incluso algunos han ido quedando en el tintero o esperan en reserva el momento de poder ser compartidos con quienes nos siguen.
Hemos tratado de hacerlo lo mejor posible, y de convertir este blog en una herramienta de consulta, opinión y referencia para todas aquellas personas que se han acercado hasta él. Esperamos haberlo conseguido en la medida de nuestras posibilidades y que, en el futuro, podamos seguir haciéndolo aún para mucha más gente.
Y como un pequeño recordatorio de algunas de las actividades que se han hecho desde nuestra Concejalía y que pretendemos se conviertan en puerta abierta para el conocimiento generalizado de la presencia de la Mujer en la Historia de la Humanidad (que no del "hombre") vayan,como deseo para el próximo 2011, las sugerencias aportadas en el artículo de opinión aparecido en El Faro Astorgano, este pasado 30 de diciembre de 2010.
CUARENTA NOMBRES PARA DESPERTAR DE UN SUEÑO.
Otro año se nos va. Un año que en nuestra pequeña ciudad de Astorga ha tenido una marcada huella de mujer. Mujeres educadoras, mujeres escritoras, mujeres artistas, mujeres emprendedoras. Mujeres que acompañaron nuestro presente también desde el pasado, descubriéndonos su presencia y su impronta en muchos momentos de la historia, de nuestra historia. De la historia de las mujeres y los hombres, de los niños y las niñas, de la juventud que conforma esta realidad en la que hoy vivimos. Algunos actos en los que se nos presentaron fueron más multitudinarios que otros, que resultaron casi familiares, podríamos decir incluso que un tanto íntimos. Pero de lo que estoy segura, porque he podido comprobarlo a lo largo de todo este tiempo, es que el efecto multiplicador ha sido mucho y se ha convertido en algo ya imparable para muchas de las personas que pasaron por dichas actividades.
Una de las más llamativas quizás, por lo poco habitual de este tipo de manifestaciones en nuestra ciudad, fue la exposición “Bellas pero no Durmientes”, una muestra de Isabel Alonso que, durante la segunda quincena del mes de octubre, tuvimos la oportunidad de ver en Astorga, una exposición de carácter muy poco usual en nuestras salas, pues a través de lo conceptual se adentra en la realidad de la presencia femenina en las artes de todos los tiempos. En ella, la artista trata el paso del espacio privado al espacio público de las mujeres como una transición lenta, rodeada de todos los miedos con que la sociedad nos ha estado bombardeando, desde el principio de la historia, a través de los cuentos y de la insistente ocultación de los nombres femeninos que formaron parte importante de la misma y que se perdieron por el oscuro sendero trazado por quienes tuvieron poder para escribirla. Desde la miniaturista medieval Ende (uno de los escasos ejemplos de miniaturistas que firmaron sus trabajos), hasta los últimos nombres de las vanguardias, un rosario de 40 nombres femeninos, con obras importantes y trascendencia en la sociedad de su época, nos hablaron de esas mujeres que decidieron no esperar el sueño de los justos esperando al príncipe que viniera a liberarlas de sus males. Mujeres que vivieron una vida plena e independiente, dedicándose a hacer aquello que querían y dominaban, sin renunciar por ello a la parte más privada de su vida. Porque todo es compaginable si se quiere que así sea.
Ahora, a punto de comenzar un nuevo año, en el que se cumplirá el centenario del momento en que el Día de la Mujer pasó a celebrarse internacionalmente el 8 de marzo, podemos comenzar indagando en la vida y en la obra de tantas de esas mujeres que sembraron camino y cuyos vuelos de libertad estuvieron presentes en cada una de las cuarenta siluetas de rojas aves con que Isabel montó una parte de su exposición. Sus nombres: Ana Mendieta, Judy Baca, Elisabetta Sirani, Marietta Robusti, Valie Export, Sofonisba Anguissola, Artemisia Gentileschi, Magdalena Abakanowicz, Levina Teerlinc, Nancy Spero, Judith Leyster, Rosalba Carriera, Angelica Kauffmann, Rosa Bonheur, Mary Cassatt, Alexandra Exter, Barbara Kruger, Ende, Adrian Piper, Maruja Mallo, Gabriele Münter, Sonia Delaunay, Sophie Taeuber-arp, Romaine Brooks, Eva Hesse, Suzanne Valadon, Nikki de Saint Phalle, Georgia O´Keeffe, Barbara Hepworth, Leonora Carrington, Mónica Sjoo, María Blanchard, Ángeles Santos, Remedios Varo, Lee Krasner, Louise Bourgeois, Louise Nevelson, Judy Chicago, Miriam Shapiro, la Guerrilla Girls. Su obra, su pensamiento, su legado: en los documentos que poco a poco pasan a engrosar la bibliografia hasta ahora descuidada de las mismas. Algunas de esas mujeres, pensadoras y artistas, nos han sido presentadas formalmente a quienes tuvimos la suerte de compartir con Marifé Santiago Bolaños y Mercedes Gómez Blesa el curso “Modernas y vanguardistas y otras mujeres sabias”, durante todos estos meses, aunque en muchos casos ya nos habían llegado rumores sobre ellas. Otras pertenecen también al imaginario personal de mujeres como Charo Acera, como Castorina, como Faustina Álvarez, como Alfonsa de la Torre, que a lo largo de este año nos acompañado, unas veces físicamente, otras por referencia. Y entre ellas habrá más que esperamos nos sean presentadas muy pronto a través de nuevos proyectos.
En cualquier caso, una parte importante del alumnado más joven, de centros como el C.E.I.P. González Álvarez o el CE.I.P. Blanco de Cela, o como el alumnado de E.S.O. del colegio La Milagrosa, que en su día pasaron por la exposición de Isabel Alonso, han empezado ya a empaparse de la realidad de estas mujeres en la historia, de sus logros y hazañas, y también de sus sufrimientos para conseguir lo que ellas buscaban, en una lección de tesón que debe ser la inspiración de las jóvenes de hoy, algunas de las cuales nos están ya demostrando sobradamente su talento, como las ganadoras del Concurso de relatos “Jóvenes por la Igualdad Efectiva” cuyos trabajos hemos podido leer hace muy poco tiempo en estas mismas páginas, o quienes obtuvieron también sus galardones en el apartado de Cartelería del mismo Certamen.
Y todo ello porque nos parece sumamente enriquecedor, tanto para la sociedad en que vivimos como para cada una de las personas que la integramos, hacernos conscientes de que existe una realidad dual en la que las mujeres también han hecho, desde el comienzo de los tiempos, sus aportaciones a la humanidad, que han estado presentes, que han tenido su espacio, aunque histórica y machaconamente se nos haya negado. Y que ha llegado ya el momento de que entre todos y todas les demos por fin la voz que ya en su tiempo alzaron a favor de la igualdad, una igualdad basada sobre todo en el respeto a la persona y a sus diferencias con el resto de las personas que conviven con ella.
Han sido “cuarenta” nombres para despertar del sueño de olvido histórico de las mujeres. Pero serán más, muchas más. Porque el proceso del conocimiento hacia las mismas es ya imparable.